martes, 10 de enero de 2012

Ya toca.

reloj 6


Recuerdo cuando en la escuela sonaba el timbre para salir al patio y la profesora continuaba dando su clase como si no lo hubiera escuchado. En ese momento alguien apuntaba con voz tímida “Profe, ya toca patio”. A continuación, nos decía que podíamos salir y en ese momento corríamos a tomar aquel preciado descanso.

A día de hoy ya van muchas veces que he escuchado a algunas personas decir aquel “ya toca…” pero en contextos diferentes. Por ejemplo, en las frases de: “tenemos que vernos que ya toca”,  “me voy de vacaciones que ya toca”, “un poco de ejercicio que ya toca”, etc. He de confesar que yo también he utilizado el “ya toca” en algunas ocasiones pero siempre ha habido algo que no me ha gustado.

No me ha gustado porque considero que al decir “ya toca” se da a entender que es una obligación o un deber hacer esas acciones. En la escuela esa frase era justificada por la parcelación del tiempo que existía. Estábamos en el patio jugando porque “tocaba” y jugábamos legítimamente hasta que el timbre nos señale volver al aula. Un método más para ser "personas de bien" en la sociedad. Simplemente personas que aceptan normas.

De esto último se extrae la idea que hay una norma implícita. Por ello, creo que al usar el “ya toca” en otros contextos, donde no hay norma que aceptar, hace perder el valor de la acción que queramos realizar. En este sentido, sería mejor decir “Quiero verte, ¿quedamos?” o “ Quiero tomarme unos días libres” o “Quiero hacer un poco de ejercicio”, etc. Estás frases son más activas y realzan la voluntad de la persona.

Yo creo que no es absurda esta diferenciación, porque al menos a mi el significado es diferente. Yo preferiría quedar a tomar un café con una persona que me diga “quiero/me gustaría verte ¿quedamos?” que la que me diga “a ver si quedamos que ya toca”.  A la segunda le diría “toca, ¿ toca qué?. No toca nada.  ¿O no tienes el valor de decir que quieres verme?".

Recuerdo que mi profesor de sociología de la comunicación Salvador Cardús nos decía que el lenguaje no es inocente. Y es verdad, a veces debemos reflexionar como lo utilizamos para poder descubrir como estamos encubriendo algo. Pido disculpas al utilizar la palabra “algo” porque tampoco sé qué es ese "algo" y es la razón por la que escribo: deseo  descubrir algo más.

Bien, ahora acabo este post que “ya toca”. No, no, no, otra vez no.

Bien, para terminar cierro este post porque quiero ir a dormir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario