Nadie nace sabiendo ser padre o madre.
Entonces, ¿por qué juzgar a nuestros padres/madres por ello?.
Ahora me toca a mi la oportunidad de emular las características positivas que mis padres me enseñaron y no cometer los errores que hayan cometido.
Sí, ahora yo tengo una nueva oportunidad en la que esta vez mi hijos toman el papel de las flechas y yo del arco. Estoy convencido que seré un arco labrado con las mejores características aprendidas de mis padres. De esta manera, mis hermosas flechas llegarán muy lejos con la fuerza y la precisión de sus sueños.
Mamá y papá muchas gracias por como fueron y los hermanos que me dieron.
Ahora me toca a mi tomar la posta.
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